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ELENCO DE ARTISTAS del Aula de Canto y Taller de Voz del Conservatorio:

Luisa Fernanda (Soprano): bella joven madrileña – Sara Bolado
Javier Moreno (Tenor): coronel del Ejército, novio desde hace tiempo de Luisa Fernanda – José Higuera
Duquesa Carolina (Soprano): voluble, joven, bella y seductora duquesa viuda que apoya la causa monárquica – Amanda Garrido
Vidal Hernando (Barítono): hacendado extremeño que pretende a Luisa Fernanda, ante el desapego de su novio – Ángel Bezanilla
Mariana (Soprano) posadera madrileña – Marion Perrard
Luis Nogales (Barítono): revolucionario liberal, inquilino de la posada de Mariana – Raul Fernández
Rosita (Soprano): joven modista, inquilina de la posada de Mariana – Marta Ortiz
El Saboyano (Tenor): ciego que ameniza con sus cantos pidiendo limosna las calles de Madrid – Rodrigo Granadillas
Anibal (Tenor): joven atolondrado, correligionario de D. Luis Nogales – Rubén Sainé
Don Florito (Tenor): padre de Luisa Fernanda, antiguo escribiente de palacio, ferviente monárquico – Rodigro Gandarillas
Bizco Porras (Tenor): camarero, dueño de un establecimiento de bebidas del paseo de la Florida de Madrid – José Payno
Vendedores y Criados (Soprano y Tenor) – Gema Iñurritegui y Luis Husillos
Don Lucas (Tenor): sacerdote – Luis Husillos
Mozos (Actores) – Raul Fernández / Rubén Sainz/ Luis Husillos

DIRECCIÓN ARTÍSTICA Y MUSICAL:
Estrella Cuello (Profesora de Canto y Coro ) y Mª Ángeles López Alonso (Profesora de Piano y Repertorio)

FOTOGRAFÍA Y VÍDEO: Gonzalo Martínez

DISEÑO GRÁFICO:
Angélica Pardo

ARGUMENTO:

Luisa Fernanda es una zarzuela, comedia lírica en tres actos, con música de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero Sarachaga y de Guillermo Fernández-Shaw Iturralde. Fue estrenada en el Teatro Calderón de Madrid el 26 de marzo de 1932. Era la cuarta zarzuela de Torroba, y su primer gran éxito. Lleva más de 10.000 representaciones según algunos recuentos y es con certeza una de las obras líricas más representada de todos los tiempos. La acción de esta zarzuela comienza en la ciudad de Madrid, durante el reinado de Isabel II, en los momentos previos a la revolución de
1868; y acaba en una dehesa extremeña tras el destronamiento de Isabel II con La Gloriosa.

PRIMER ACTO
En la Plazuela de San Javier (Madrid), la vida gira alrededor de la posada regentada por Mariana. Luisa Fernanda, una bella joven inquilina de la posada, está enamorada desde antiguo de Javier, militar que se considera su novio, pero que cada vez viene menos a visitarla, en particular desde su ascenso a coronel. En un momento en que Luisa Fernanda ha ido a la iglesia, aparece Javier por allí, logrando únicamente una reprimenda de Mariana por su informalidad. Por si lo anterior fuera poco, Aníbal, otro inquilino de la posada, le aplica un entusiasta pero atolondrado discurso liberal, ideología del liberalismo de la que es ferviente seguidor. Esta última conversación acaba cuando Aníbal se percibe de que la Duquesa Carolina, que vive enfrente de la posada y tiene una declarada ideología monárquica, está en la ventana y podría oírles.

Mariana preferiría que Luisa Fernanda, en vez de seguir bebiendo los vientos por Javier, atendiera los requerimientos de Vidal Hernando, un rico hacendado extremeño que la pretende, a pesar de ser bastante mayor que ella. Luisa Fernanda no cede y manifiesta a Vidal que está enamorada de otro hombre.

Vidal no pierde la esperanza, y, por ello, al enterarse por Aníbal de que Javier podría abrazar la causa liberal, se declara monárquico, menos por convicción personal que por llevar la contra a su antagonista.

Javier vuelve de nuevo en busca de Luisa Fernanda, pero se encuentra con Carolina que, mediante sus artes y encantos le despista de Luisa y de paso le atrae hacia la causa monárquica. Nogales, Aníbal y Vidal se asombran de ello al enterarse, y este último torna al punto sus ideas, declarándose liberal. Luisa Fernanda cuando se entera cae desmayada, no por política, por cierto.

SEGUNDO ACTO

En el paseo de la Florida (Madrid), cerca de la Ermita de San Antonio de la Florida y del puesto de bebidas de Bizco Porras, Mariana y Rosita tienen montada una mesa petitoria durante la verbena de San Antonio. El ambiente del lugar es festivo, y numerosas jovencitas acuden a la ermita con la idea de encontrar novio.

Por allí aparecen Javier y Carolina, en clara sintonía política y romántica. Mariana, chafardera, no pierde tiempo para poner a Luisa Fernanda y a su padre, Don Florito, al tanto de este hecho. Mientras tanto Bizco Porras atiende el negocio y Aníbal no le sirve de mucha ayuda.

La Duquesa se hace cargo de la mesa petitoria, e intenta seducir también al recién llegado Vidal, con el fin de atraerle a su causa monárquica. Sin embargo, éste se zafa, contando la historia de un hombre de su pueblo que se creyó golondrina, y cayó de una rama al intentar volar (el que se cree lo que no es, se estrella).

Cuando finalmente se encuentran por el lugar Luisa Fernanda y Javier, éste demuestra celos porque ella esté sentada con Vidal y su actitud le molesta tanto, que rompe sus relaciones, y se decanta por Vidal. La situación es tensa entre los dos pretendientes.

Mientras tanto, la Duquesa Carolina no está satisfecha por la recaudación de la mesa, por lo que se le ocurre subastar un baile con ella entre los caballeros que allí se encuentran. Vidal gana la subasta con una fuerte puja sobre la anterior de Javier, pero después le cede ofensivamente el baile ganado. Esto acaba de enojar a Javier, hasta el punto que arroja su guante a Vidal. Éste lo recoge, pero dilata a otro momento la disputa.

Unos días después hay un estallido revolucionario, en el que participan Nogales, Aníbal y Vidal Hernando de la parte liberal. Mariana y Luisa Fernanda quedan rezando el rosario en la posada. A pesar de la valentía de que hace gala Vidal, los revoltosos son pocos, y pronto son derrotados por el ejército, siendo Aníbal herido. Javier pretende detener a Vidal por estos hechos, pero Luis Nogales se declara cabecilla de los insurrectos y es detenido en su lugar.

Luisa Fernanda ve a Javier abrazando a Carolina, lo que, junto a la valentía demostrada por Vidal, la decide finalmente a aceptar su propuesta de matrimonio y mudanza a Extremadura.

TERCER ACTO

La Revolución de 1868 llamada La Gloriosa ha triunfado al fin, y la acción se traslada a La Frondosa, dehesa de Vidal Hernando en Extremadura, cerca de Piedras Albas (Cáceres), donde están refugiados Luisa Fernanda y su padre, además de Mariana y Aníbal, en espera de que las aguas se tranquilicen en la Capital. La Reina de España, Isabel II, ha sido destronada. La Duquesa Carolina ha huido a Portugal, y Javier está desaparecido, dándosele por muerto en la Batalla del puente de Alcolea (1868).

Vidal recibe las felicitaciones y parabienes de sus labriegos y se respira una gran sensación de felicidad en la dehesa. Los preparativos del enlace avanzan, y Aníbal es enviado a buscar el traje de novia de Luisa Fernanda.

Sin embargo Aníbal encuentra, y vivo, a Javier y le lleva a la dehesa. Aunque Luisa Fernanda insiste en mantener su palabra y casarse con Vidal, éste se da cuenta de que, a pesar de la sinceridad de su voluntad, ella jamás llegará a amarle de verdad, pues porta en su corazón aún el amor antiguo a Javier. Renuncia Vidal, por tanto, al matrimonio, y consiente dolorosamente que el arrepentido Javier se lleve finalmente a Luisa Fernanda, llevándose de paso consigo el corazón destrozado de Vidal, del cual, no obstante, la joven no debe temer nada, porque «un corazón que perdona no es una carga que pesa»